Tal vez por su desvelo de ciudad queda, por las mañanas acepta tan bien el café para sus ojeras.
jueves, febrero 13, 2014
Las noches de mi taza.
Mi taza hace sonidos inquietantes por las noches. La he oído silbar un poco de gipsy jazz mientras camina al refri a servirse vino o comidas que por la mañana no encontraré. Tambien la he oido caminar hasta cerca de mi perro y susurrarle que quiere platicar. No los he visto, porque siento que si me muevo se acabará el encanto y se detendrán. Pero mi taza por alguna razón no deja de caminar y silbar canciones alegres por las noches, es como tener a alguien que me arruye sin quererlo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario