miércoles, mayo 16, 2012

cantos y susurros del monte


A Conchi León 
por enseñarme del teatro
sin querer hacerlo





separe las puntas del compás
la mamá Canta
coloque las puntas sobre cualquier superficie
aquí llora mientras se lava el cabello
gire el compás sobre su eje metálico y agudo
en posición cerrada la Cubana come
reacomode el eje del compás en cualquier punto de la circunferencia trazada
un niño atropellado aparece en escena
gire de nuevo el compás
se escucha "i want to break free" de Queen
disminuya la apertura del compás
M: yo no puedo decir si he llorado o no
coloque el eje en una de las dos intersecciones de las circunferencias
J: eso es lo que yo veo
en este punto puede repetir todo el proceso
M: pero nunca sabrá quién ha llorado
desde los círculos enredados
J: sí si te agazapas entre la yerba del monte
del compás al que ha girado
M: puedes comer guayabas y dormir en riberas
podría una noche de lluvia
Oscuro
Voz en off: Deja que la muerte
animal fútil 
se arrastre por el piso  de tu casa blanca
no podrás asesinarlo
no podrás detenerlo
o amarrarlo
sólo amamántalo
que la muerte ronrronea




Acaso rayo con el esnobismo.Yo sé más de taxidermia y aeronáutica que de teatro, no soy siquiera alguien a quien valga la pena oir hablar al respecto, pero me ha bastado la sutil poesía de Conchi León para enrolarme en un mundo lleno de ecos, acaso en un mundo geométrico en donde una palabra o un pensamiento rebota contra miles de paredes. 
Sencillo, como es el teatro de León, un detalle, un movimiento, una ceja levantada, en el momento justo, se vuelve todo un mar, o una bolsa que vuela y uno la sigue con la mirada, o un pájaro muriendo, o un ruido de tambores a lo lejos. Es en este ambiente tan delicado, construido con elementos indispensables, donde un compás se abre y realiza una suerte de círculos no concéntricos, que se interceptan, se superponen. Este movimiento fantasmagórico de arte visual es dibujado por esta artista, quien se sirve también de sus actores como escenografía, como utilería viva. 
Como no soy crítico teatral no me meteré en vericuetos de dramaturgia que desconozco poniendo de manifiesto mi esnobismo del cual sólo hago gala en ocasiones especiales, así que mejor hablo de lo que sé, poesía y medicina, o taxidermia y aeronáutica.

lunes, mayo 14, 2012

-¿Sanó o murió?
-Sanó y lo mataron.

CARTA DE PRESENTACIÓN. BIENVENIDOS.

Me gusta la comida condimentada
me gustan las mujeres con ojos grandes (pero no es requisito)
me gustan los libros, aunque no los lea
me gusta el rythm and blues
me gustan las salas ventiladas
me gusta más el atardecer que el amanecer
me gusta la poesía pero nunca traducida
me gusta el viento
me gustan los vegetales
me gusta el twitter más que el facebook
me gustan las mujeres delgadas
me gusta cantar mientras manejo
me gusta el calor y el frío
me gusta la cerveza oscura
me gustan los perros
me gustan los gatos
me gustan los animales cachorros
me gustan las fiambres
me gusta los beatles y los doors y los rolling
me gusta trabajar
me gusta la ciencia
me gusta la poesía
me gusta la música en idiomas que no sean anglos
me gustan las mujeres bajitas
me gusta tener un blog nuevo
me gusta comer con cierto mal gusto
me gusta vestirme feo
me gusta ser afeminado
me gustan los bares
me gusta el café
me gusta mucho el café
me gusta la comida sana
pero también me gusta la morcilla (chooch)
me gusta Bukowski y Henry Miller
me gusta Remedios Varo y Renoir
me gusta Aerosmith y Fito Páez
me gustan los revólveres
me gusta el álbum Revolver
me gusta el bossa y Metallica
me gusta Pantera y Chopin
me gusta ser feliz mientras pienso en las cosas que me gustan
me gustan los bebés y hablar en maya o francés
me gusta el pan francés
me gustan las locuciones latinas
me gusta escribir en griego
me gusta Europa y jamás he ido
me gusta Sudamérica y jamás he ido
me gusta Prince y Michael Jackson
me gusta Picasso y Dalí
Miró y Modiglianni
Rembrant y Los Fabulosos Cadillacs
Botero y Tadao Ando
Legorreta y las pantallas LCD gigantes
me gusta mirar lo que hace la gente cuando voy manejando
me gusta cuando alguien comienza a conocerme y a responder por mí
me gusta Jorge Luis Borges, Sabina, Sabines, Neruda y Vicente Huidobro
me gusta el tabaco pero poco fumarlo
me gusta la mariguana pero no fumarla, le temo
me gusta tener amigos de muchos años
aunque ya no los vea
me gusta la leche
me gustan mis abuelos
los cuatro
me gusta Zapotito aún hoy (hoy es 14 de mayo)
me gusta la canción 'Tengo una muñeca que regala besos' de Fito Páez
me recuerda a Zapotito
me gustan mucho las mujeres
con piernas largas
con piernas gruesas
con cejas profundas, tupidas
con labios gruesos
con labios delgados
morenas
rubias
inteligentes
hueras
esteatopígicas
copa C
A
B
alcóholicas
mustias
con novio
con padre
con perros
con madre
con carro
sin carro
pero con buena ortografía
me gusta viajar por carretera
me gusta más si es de noche
me gusta la gente que consume drogas
me gustan las películas de Almodóvar
de Tarantino
de Buñuel
de Jean Luc-Godard
de Woody Allen
de Charlie Kaufmann
de Diego Luna
me gusta estar vivo
me gusta la sonrisa que me dejó escribir esto

no me gustan los hipócritas que dicen que no soportan a los hipócritas
no me gustan más las computadoras que las máquinas flojas
no me gusta la teve
no me gusta la música para fiestas
no me gusta perder mis capacidades indispensables de hombre
no me gusta la gente normal
no me gusta la gente circunspecta
realmente la detesto
espero que esto lo lea Jorge Borges y sepa que quiero asesinarlo
no me gusta la comida con mucha grasa
(Piter Paiper Pitsa es la excepción, como lo fue Paninos)
me gusta le gente sencilla y con poco dinero
la gente con mucho dinero a veces me irrita
no me gusta manejar mucho
no me gustaba el teatro hasta que conocí a Conchi León
no me gusta la poesía de Jorge Lara
y ojalá que él no lea esto
no me gusta el polvo
ni la piel reseca
no me gustan las lentejas
ni los peces
no me gusta la poesía que se hace en Mérida ahora
no me gusta la actitud de mucho médicos
no me gustan los diletantes de escritores que se presentan como escritores
no me gustan los teléfonos celulares pero tengo uno
no me gusta la sal
ni la piel pegajosa
no me gusta bañarme en el mar con ropa normal
no me gusta la gente que no me entiende
no me gusta la publicidad
detesto a los abogados
detesto a los contadores
detesto a los vendedores
detesto a los cobratarios
detesto a los cobratarios que amedrentan por teléfono
no me gusta mi padre
no me agrada su familia
no me gustan los tragos muy secos
no me gustan las cervezas gringas ni la Heinekein
me parecen farolas
no me gusta 'Práctica de Vuelo' de Carlos Pellicer
aunque sé que es bastante bueno
no me gustan los testigos de Jehová
no me gustan los católicos
no me gustan los derechistas
no me gustan los conservadores
no me gustan los cadáveres de animales
no me gustan las mujeres abandonadas de volutad
no me gustan los hombres golpeadores ni demasiado presumidos
no me gustan aquellos que humillan a los meseros
no me gustan los animales más pequeños que mi mano
no me gustan los dulces
no me gustan los olores bucales
no me gustan los pacientes que dejan que alguien conteste por ellos
no me gusta tener tan pocos libros
no me gusta que la gente no me devuelva los libros
(¿leíste Alejandra Estrella?)
no me gustan los reptiles
no me gustan las moscas
no me gusta la suciedad
no me gusta el ruido
no me gusta la gente empecinada en errores
no me gusta la gente autoritaria
no me gustan los políticos, son la escoria da la sociedad.
Espero que esto sí lo lean los políticos.

viernes, mayo 04, 2012

Entonces el Cosmos pesa

Una desgracia que me ha ocurrido en mi orfandad ha sido encontrarme con gente que me ha llevado a debacles temporales, de las cuales siempre he podido reponerme. Una debacle, acaso la última, ha sido dejar la escuela de medicina temporalmente por cuestiones ajenas a mi voluntad. Ahora estoy en un tiempo de reencuentro con actividades olvidadas y empolvadas, algunas, como cañerías viejas, llenas de basura y con la luz disminuida, con menor fluidez. Viejos libros que jamás leí, viejas películas que no vi, viejas caminatas postergadas en reverberancia, amigos que se alejaron, pero como el cable del teléfono, se volvieron a acercar. Conchi Leon, su teatro, los penes y las vaginas, pero sin ciencia ni concupiscencia.
   Este tiempo de tranquilidad y pocas responsabilidades me han llevado a conocer a otras personas más interesantes y diferentes, a conocer otras lecturas, como la interesante literatura palestina** y los poemas de Bataille y Rimbaud en su propio idioma. He podido hacer estupideces de las que no puedo dar detalles, por vergüenza y he podido hacer cosas diferentes a contar latidos cardíacos con los dedos índice y medio, o mirar los movimientos de una aguja en un barómetro. Escuchar que la gente hable. Mirar que la gente hable. Tocar a la gente que hable. Oler a la gente que hable. No hacer esto me ha puesto en los tiempos precisos para conocer a Lou! de Julien Neel*, un tipo francés que leyendo su biografía pude darme cuenta una vez más de que la vida no deja siempre que tomes tus propias decisiones y va llenando tu alrededor de las situaciones propicias, de lo que mereces, de lo que es para ti. Así como yo y la medicina y la literatura, Kafka y el derecho, Alejandro Fernández y la arquitectura, Buñuel y la ingeniería agrónoma, podría decirse que Julien Neel llegó a la caricatura casi por fortuna o por presión del cosmos.
    Yo creo que el encanto que hay entre su obra y yo es algo similar a lo que ha pasado con Fito Páez y yo: me siento tan aludido con las obras de estos dos artistas que me resulta imposible no dejarme maniatar por la belleza que me transmiten.
    No he de contar la historia de Julien Neel, uno de mis dibujantes favoritos, porque no quiero, porque está bien guardarse secretos y porque quiero robarle esto a algún autor barato cuyo nombre he olvidado: para que todos dejen que el universo conspire, porque cuando el universo conspira Comala se llena de murmurllos.

Fernando Cisneros.

* http://blogdejulienneel.blogspot.com/
** http://www.jornada.unam.mx/2002/03/31/sem-palestina.html